martes, 31 de mayo de 2016

Una versión de Tío Vania por Francisco Lumerman

El amor es un bien 


Escriben:
Alejandro Miroli
y Alvarez Castillo


Una obra de texto, con personajes que se expresan en cada palabra, que expresan sus vidas en ellas: amores ausentes o impedidos, decisiones postergadas, flaqueza ante las circunstancias, renuncias vitales. Todo ello se expone en la pequeña viñeta de vida local que aparece en El amor es un bien.

En Carmen de Patagones y con la excusa de presenciar la celebración de la gesta local –que en la perspectiva del pago chico adquiere perspectivas épicas y que, contrastada con la mirada porteña, se convierte en un mito sin verdad– se encuentran una serie de personajes relacionados en más de un sentido. Alejandro –un maduro profesor acompañado por su segunda mujer, una ex alumna, su hija Sonia y Iván, su cuñado Iván, sumado un inquilino que atrae la mirada de todos. Este quinteto se anima en una vieja casa familiar, reconvertida en hostería sin mayor éxito comercial y con la sombra de una decadencia edilicia. Allí Sonia e Iván ensayan un número que presentarán en la sección de valores locales de la celebración, y allí –en el comienzo de la obra, con un número musical bien llevado– se produce el primer desencuentro. Sonia quiere que su padre le diga cuánto le gustó; Alejandro está tomado por un cinismo extremo, enfermedad, pérdida afectiva, que le tiñe todo de tristeza y desencanto. Su juicio, más que una estimación es una destrucción. La crisis económica, endémica de nuestro país, los acorrala. La hostería ha fracasado en convocar viajeros, Iván y Sonia no han logrado siquiera organizar alguna alternativa comercial con los dulces y las conservas. Y en ese contexto, Alejandro pide la venta de la casa para poder mantener en apariencia su matrimonio con Helena.

Esta novedad desencadena una crisis entre los venidos de la gran ciudad y los habitantes de Patagones, que no tienen alternativas para sus vidas, la que reposaban en esa vieja casa –que al mismo tiempo era excusa para la comodidad de postergar decisiones.


Actuaciones precisas, que no pierden texto y que no flaquean ante el compromiso emocional de personajes que se aman y se atraen en silencio y con miedo extremo a la exposición, una dirección sólida acompañada por una escenografía y vestuario minimalista –un único cambio de vestuario al intercambiar prendas Helena y Sonia resalta más la fragilidad emocional de los personajes. Tal vez Diego Faturos, como Pablo, muestra alguna debilidad, tiende a hablar muy rápido, y esto resta volumen dramático a su personaje.

Un texto bien trabajado, donde salvo una escena –cuando Pablo cita a uno de los vecinos que acudieron a una reunión sobre la contaminación del río, un anciano de barba que planta árboles para el futuro (situación melodramática que no supera lugares comunes)– no hay caídas y hacen de ésta obra y puesta una de las ofertas más interesantes de la escena alternativa actual.

Un comentario al costado de la crítica a la obra y sobre la sala: Si bien ésta tiene gradas –lo que permite ver desde diversos ángulos sin que se tapen los espectadores– su capacidad desbordada en las funciones gracias al éxito de la convocatoria y la modestia de las instalaciones, nos lleva a reflexionar que no pasaría una inspección de seguridad. Es un punto que hay que observar en estos emprendimientos donde la voluntad no es excusa para la rusticidad de las instalaciones.




Resumen de Prensa:

A partir de Tío Vania, de Anton Chejov

Sonia y su tío Iván viven en Carmen de Patagones, un pueblo del sur del país. Tienen un hostel en el que viven y trabajan, y además ensayan para sus recitales. El único huésped se llama Pablo, un médico joven que no sabe hasta cuándo va a quedarse.
Con la llegada de Alejandro -padre de Sonia- y su nueva mujer Elena, la convivencia empieza a incomodar.
Cinco vidas a la deriva entre canciones, dulces caseros y fracking; y una pregunta implícita: ¿Pueden hacer otra cosa?
¿Podemos hacer otra cosa del mundo?

Que las generaciones futuras alcancen la felicidad: pero, eso si, sin dejar de preguntarse que ideales tuvieron sus antepasados, en nombre de que sufrían.
Cuaderno de notas, Anton Chejov



Esta obra participó del III Festival de Novísima Dramaturgia Argentina, del CCC, y de la Fiesta de Teatro de CABA - Edición 2016.
Por esta obra, el actor José Escobar está nominado como mejor actor de reparto para los premios Trinidad Guevara 2015.
La obra cuenta con el auspicio del INT y PROTEATRO


Ficha técnico-artística


Este espectáculo formó parte del evento: III Festival Novísima Dramaturgia Argentina del CCC
Este espectáculo formó parte del evento: 
Fiesta de Teatro de CABA - Edición 2016

Dice Francisco Lumerman: “Este nuevo espectáculo se escribió durante mucho tiempo en mi cabeza y cuando se plasmó en el papel fue de manera contundente. Confluyeron en él tres elementos determinantes. En primer lugar Tío Vania, el clásico de Chejov que ejerce un magnetismo especial en mí? No es el argumento lo que más me atrae, sino esa peligrosa relación de fuerzas que se establece entre los protagonistas.
Luego el Cuaderno de notas de Anton Chejov, un material riquísimo que reúne desde ideas para La gaviota hasta listas de compras, me disparó algunas imágenes para unos ‘apartes’ que generan una textualidad que contrasta con el relato que la obra se propone entramar.
Finalmente, los veranos de mi infancia en Carmen de Patagones: siempre que tuve la fantasía de versionar Vania, ese pueblo fue su escenario ideal.
Por todo esto elegí subtitular A partir del Tío Vania, porque la obra de Chejov es el punto de partida para construir un nuevo universo que refleje nuestro presente para cuestionarlo y por qué no modificarlo.




Francisco Lumerman
Realizó sus estudios de actuación en Andamio 90 con Claudio Tolcachir y Luciano Suardi. Después tomo seminarios con Agustín Alezzo y Verónica Oddó. Es egresado de la carrera de Dramaturgia de la EAD (Escuela Municipal de Arte Dramático) que dirige Mauricio Kartún.
Desde 2002 escribe y dirige sus propias producciones: Sucede – El Hormiguero El festejo (crónica de un cumpleaños); De cómo duermen los hermanos Moretti; Te encontraré ayer (Primer premio concurso Germán Rozanmacher VI FIBA y mención Paradigma Digital de Mc Station, INT Presenta en los festivales de Río Negro y Resistencia); En tus últimas noches (texto editado en Antología Novísima Dramaturgia Argentina coordinado por Ricardo Dubatti); Puro papel pintado; As wie danie so die Maine de Tríx Buhler bajo su dirección, estrenado en el Festival Theatre Shpektakel de Zurich, estrenada en Buenos Aires en 2015. En marzo 2016 estrena en Lima, Perú,  El amor es un bien, bajo su dirección en el Teatro Alianza Francesa.
En 2009 fue seleccionado por el Kennedy Center Performing for Arts de Washington para participar del Cultural Visitors Programs para directores, participando de talleres y conferencias en Washington.
Entre sus últimos trabajos actorales se encuentran: Emilia, de Claudio Tolcachir en Timbre 4 y diversos festivales internacionales;  Sallinger, de Bernard-Marie Koltés, con dirección de Paul Desvaux en el Teatro General San Martín y Theatre Malakoff 71, París y Vientos que zumban entre ladrillos, de Diego Faturos. En TV participa de la serie El marginal, producida por Underground. Y en cine: Historia del miedo y El movimiento, ambas de Benjamin Naishtat.
Es además docente de actuación y dramaturgia en Moscú Escuela de Teatro que fundó junto a Lisandro Penelas También dictó talleres en diversas ciudades del país y del exterior.


MOSCÚ TEATRO
Camargo 506 
(mapa)
Capital Federal - Buenos Aires - Argentina
Teléfonos: 2074-3718

Web: 
http://www.moscuteatro.com.ar
Domingo - 18:00 hs 
Sábado - 23:00 hs 


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