viernes, 11 de mayo de 2012

¿Qué, cómo?


Lo que fue escándalo es rutina o no hay escape al estado nación.
Escribe: Héctor Alvarez Castillo

La hermosa sala del teatro Regina / TSU ofrece desde abril la obra “¿Qué, cómo?” de Martín Seijo, al frente de la Compañía de Funciones Patrióticas (CDFP). Esta compañía está formada por un grupo de actores que se autodefine como un elenco estable, en un país por demás inestable. Y desde el año 2008 viene presentando distintos espectáculos que nos caracterizan como sociedad y estado, con directas alusiones a nuestra historia y presente.
Entendemos que éste es un momento oportuno para la aparición de obras que, como ésta comedia en clave política,  nos incitan a pensar junto a la invitación a la risa. Ante el furor de un estado populista, demagógico y hegemónico, el anarquismo aparece como necesidad para tomarse un respiro y profundizar en conceptos que, por su uso y mal uso, han sido banalizados y se alejan de su significado original.
Esta obra, según declara el programa que se entrega, le debe mucho al libro Cabezas de Tormenta, del filósofo Christian Ferrer, y, en especial, al siguiente texto (aquí en su versión adaptada para la obra), que en nuestra lectura, además de erudito, es de por sí divertido:

“En 1889, el anarquista Errico Malatesta abandona la Argentina, dejando atrás el combativo sindicato que había ayudado a organizar, el sindicato de panaderos. Muchas de las facturas que despachan las panaderías porteñas tienen su origen en Europa, pero aquí adquirieron formas singulares y apodos sugerentemente blasfemos. Cañones, bombas, vigilantes, bolas de fraile, suspiros de monja, sacramentos, facturas pensadas para mofarse del ejército, la policía y la Iglesia. El vínculo entre palabra y comida parece haber sido suturado con hilo de coser ideológico. Pero los porteños ya no reconocemos en los nombres de la repostería su retintín inquietante, pues rara vez pensamos el vínculo entre nombre y forma, entre palabra y cosa, menos aún la relación entre origen político-lingüístico y costumbre gastronómica. Las palabras suelen osificarse en el uso cotidiano, y lo que en un tiempo fue escándalo hoy es rutina. Por su parte, el anarquismo argentino (y mundial) ha quedado angostado a un mínimo caudal y su audibilidad política es muy escasa. Sin embargo, cada vez que mordemos una factura, el crujido de lo que en otros tiempos fue sarcasmo sedicioso popular rechina entre los dientes”.

En la obra “¿Qué, cómo?”, en consonancia con la añeja tradición anarquista, algunas facturas se denominarán Bigotón –que debido a los cambios en la estética macrista perdieron, trágicamente, actualidad– otras tendrán forma de K. Bien se declara, llegado el momento, que el peronismo es antropófago. Llegará el día en que se devore a sí mismo, (¡y ojalá que sea pronto! Tal deseo corre por mi cuenta).



La magia del teatro, donde se construye una realidad verosímil mediante elementos desde disparatados a absurdos, de giros sensibles y trágicos, a música y canciones, ahora suma otros recursos que comienzan a ser herramientas idóneas en manos hábiles. Esta tendencia halla en este trabajo una afortunada expresión. El recurso de una voz en off, que está siendo utilizado en las puestas actuales con bastante regularidad, ya como exigencia del texto mismo o como un elemento que otorga dinámica al relato, en “¿Qué, cómo?” tiene una incidencia especial. A este recurso se le suman otros venidos de distintos lenguajes y prácticas. En primer término, mencionamos la pantalla y la filmación.
Poco después de iniciada la obra, oímos una versión anarquista de nuestro himno patrio, con afortunadas variaciones realizadas sobre su letra, que sería interesante que algunas radios –entre tantos ritmos hipnóticos– divulgara. El detalle que no nos satisface es que, luego del este número, los tres personajes que forman una especie de troupe musical, quedan por demasiado tiempo a un margen de la acción dramática, pero compartiendo escenario. Apenas se percibe en ellos un deseo de participación, a través de gestos o juegos de mímica. Más allá de este detalle, percibo en producciones patrióticas la propuesta de que el espectador pase un momento agradable y reflexione, como al pasar, pero que reflexione.


El elenco está a la altura del reto, destacándose la labor de Ernesto Fontes y Guillermo Valdez, los corruptos inspectores, Paula Banfi, la jínglera, y Natalia Fernández Acquier, la infiel y traidora. La suficiencia y talento de esta actriz ya lo hemos reconocido en nuestra crítica a la obra “Almuerzo en casa de Ludwig W.” http://arteenbaires.blogspot.com.ar/2011/06/almuerzo-en-la-casa-de-ludwig-w.html


La próxima obra de la CDFP será “37º Congreso de Revisionismo Histórico Nacional”, a estrenarse en Fundación PROA el próximo 20 de junio, un homenaje en el futuro a Manuel Belgrano. Mientras podemos asistir a “¿Qué, cómo?”, los días lunes, a las 20.30 hs., en el teatro Regina / TSU; Av. Santa Fe 1235.

Ficha técnica: 
Actúan: Paula Banfi, Paolo Baseggio, Natalia Fernández Acquier, Ernesto Fontes, Daniel Miranda, Natalia Olabe y Guillermo Valdéz
Luces: Fernanda Balcells
Fotografía: Jorge Marino
Música: Alejandro Millán Pastori y Sebastián Pandolfelli
Prensa: Claudia Mac Auliffe
Dirección de video, realización y diseño: Paolo Baseggio
Actuación en video: María Abadi y Claudia Mac Auliffe
Producción: Natalia Fernández Acquier, Julieta Gibelli y Leandro Ibarra
Dramaturgia y dirección general: Martín Seijo 

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