viernes, 20 de abril de 2012

La radio ¿Qué hago yo sin vos?

Impecable obra de Roberto Saunier

 Escribe: Héctor Alvarez Castillo

 Por segundo año, en el agradable espacio que es la sala “Brilla Cordelia”, se ha puesto en nuestra ciudad esta obra de Saunier, quien también se ha hecho cargo de la dirección y puesta en escena. “La radio. ¿Qué hago yo sin vos?”, es una obra costumbrista, escrita y actuada con técnicas propias del teatro contemporáneo, que no otorgan sosiego al espectador. Un texto que solicita una infatigable energía encuentra en Eva Adonaylo y en Beatriz Dos Santos a dos actrices capaces de superar con idoneidad la prueba. Dos grandes actuaciones que se complementan a la perfección.


Los objetos se mueven al ritmo de las obsesiones, manifiestas en el diálogo de dos hermanas que recorren, en el presente, el tiempo de sus vidas. El regreso del hermano –un hijo pródigo velado– es la excusa inicial que abre la acción dramática. Las manos de cada una de ellas reviven en las manos de la otra. Los aciertos y errores de Margarita se justifican en los aciertos y errores de Rosario; lo mismo sucede con esta última. Se habitan como ecos, mientras que nosotros somos espectadores de rápidos diálogos, frases breves, movimientos enfermizos, latiguillos, que no dan tregua. Se desperdigan como restos de esas existencias frustradas.

 La radio, que es símbolo de la información y del mundo externo, en una vuelta de tuerca se instala como medio de incomunicación entre Marga y Rosario. La radio se apaga, un almohadón tapa el teléfono. Se reprime y se barre a toda hora. No se escuchan ni las zonceras dichas al oído. Cualquier innovación dispara una crisis. Marga y Rosario, la mayor y la menor, se exhiben como condenadas a ese estado, a esa casa, a ese pasado. Se obstaculizan los puentes hacia el exterior, que son puentes hacia la vida. Cualquier señal es un crash en ese orden cerrado y asfixiante que las mantiene aisladas. Y la compañía de una con la otra, no permite el nacimiento de la intimidad, lo que sólo la soledad, aún en el dolor, alienta. Las hermanas no han crecido en tanto que no se han desarrollado como seres independientes de esa casa que las contiene con todo lo que está dentro. Permanecen ligadas a ese tiempo de la infancia. Dos existencias marchitas antes de florecer. A diferencia de ellas, el hermano partió y no retorna al espacio tutelar de mami y papi. Ellas permanecen fijadas a recuerdos que son anclas en sus vidas, y recuperan a sus padres, presencias constantes, mediante los actos y la palabra.

El humor recorre la obra, aún en el clima opresivo que no encuentra salida ni da respiro. Y a su lado, el chismerío aviva la psicología del rumor y los prejuicios que habitan en ambas. Los reproches con que ellas se lastiman, ocultan la verdad. La palabra es castigada. Cuando un atisbo de rebeldía o la necesidad de afecto, crean la ilusión de una variación en ese itinerario –incluso luego de confesiones que hieren el pasado, establecido e inmaculado– se retorna a esa cotidiana locura, en la que los años van haciendo su trabajo.
 La estructura de la obra está lograda desde la apertura al cierre, desde la presencia simbólica del hermano a esos fantasmas que delata la radio en el diálogo final trasmitido en off. El decorado es simple, a la vez que apropiado
 Bien la música y la iluminación, como el certero uso del recurso de voces en off y la intervención de la radio.

 Ficha técnica:
 Margarita: Eva Adonaylo 
 Rosario: Beatriz Dos Santos
 Dramaturgia: Roberto V. Saunier 
 Diseño y Realización de Escenografía y Dirección de Arte: Laura Sánchez
 Música: Sofía Escardó
 Diseño y Puesta de Luces: Joel V. Sunier Rébori
 Edición y Efectos de Sonido: Alejandro Ojeda
 Voces en off: Débora Binder y Alejandro Ojeda
 Prensa: Laura Castillo
 Asistente de Dirección: Oscar Menalled
 Dirección y puesta en escena: Roberto V. Saunier

 Los sábados, a las 22:30 hs, en Brilla Cordelia Perón 1926, Ciudad Autónoma de Buenos Aires

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