sábado, 15 de octubre de 2011

No hay que llorar


“Lo cómico es un poco de mecánica adherida a los seres vivos. Pero hay cada vez más mecánica y menos seres vivos.”
Eugène Ionesco



Esta pieza de realismo costumbrista, escrita por Roberto Cossa en la década del setenta, intenta, en tono de tragicomedia, decir algo sobre los intereses y valores de la clase media de esos años –alguno estira la cuestión hasta nuestros días.
Cossa no propone teatralmente más que una oportunidad de esparcimiento, un texto que en su puesta hace reír, poco más, poco menos, gracias a una pueril presentación de las relaciones humanas. Para esto arma un grupo de tres hermanos, con las esposas de dos de ellos, y la infaltable madre, ese sagrado vínculo que aún en su rol de cordero, en el acto sacrificial, aúna la familia dispersa. Ellos componen el elenco de “No hay que llorar”.

Gustavo Brenta, joven actor y director teatral, asumió la conducción de esta obra que cada tanto ve la escena porteña. Recordemos la reciente versión de Jorge Alberto Gomez, con asistencia en la dirección de Claudio Rodríguez.

Brenta ha trabajado con acierto las posibilidades que brinda el texto, dando ritmo y velocidad a las situaciones y diálogos que se dan en el mismo. En esta puesta estuvo al frente de un elenco joven, que seguramente tendrá otros desafíos en el futuro, abordando temáticas más inquietantes.
Se destacan las actuaciones femeninas y los momentos en los que en escena se da una especie de paroxismo, en el que afloran las mezquindades y particularismos de los personajes. Las virtudes, los defectos, son resultado de las limitaciones. Y el dinero –esa mercancía– se presentará como una panacea, algo que sana las relaciones y es capaz de otorgar sentido allí donde no lo hay. Un espejismo, nunca otra cosa. El caos intenta estabilidad en un sentido prestado, pero lo tragicómico de la historia revela esa carencia. Lo que se exhibe como sentido es la falta, justamente, de él. En una lectura: todos los personajes son parte de la estafa y, en un pliego más profundo, todos son burlados. Ninguno escapa a su pobre destino.


Ficha técnica

Espectáculo: No hay que llorar
Autor: Roberto Cossa
Dirección: Gustavo Brenta
Estreno: Sábado 20 de agosto de 2011.
Lugar: Teatro La Máscara. Piedras 736 (esq. Independencia)
Día y horario de función: Sábado 23 hs.
Tel.: 4307-0566.
Duración: 60 min aprox.

Elenco:
Andrés Aramburu – Gabriel
Verónica Bordelón – Luisa
Ezequiel Brenner – Pedro
Roberto Cappella - Osvaldo
Jimena Dmuchowsky – Graciela
María Eugenia Gómez - Ester

Dirección: Gustavo Brenta
Asistente de dirección: Laura Ledesma
Escenografía: Karina Maliauskas
Vestuario: Karina Maliauskas

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